TaclesTrips

Día 4, 30 de octubre del 2016

Poss que me levanto a las 7:30 am súper desvelado pero mega contento, me salgo de la casa de campaña, voy a desayunar una rica frutita mientras Moni y Ramón ya estaban tomando un delicioso café negro que desprendía un aroma espectacular. Obviamente no me resistí y me tomé uno 🙂 .

Poco a poco todos los miembros del #CrewTripero se despertaron o porque ya era suficiente el tiempo que pasaron dormidos o por la batalla medieval entre ellos y los mosquitos.

Nos esperaba un desayuno fantástico: TACOS DE MACHACA, OMG O: . No soy especialista en Machaca pero esta es la más deliciosa que he probado. La neta es que los chavos de EspirituBaja.com se están luciendo con la atención, la explicación de la flora y fauna del lugar y con el súper servicio que nos dan. Sé que parece anuncio pero ni de pex me patrocinaron jajaja, (¡ojalá!). Donde tienen el mayor diferenciador es en la preparación de los sagrados alimentos jeje. Neta que parecen chefs del mejor restaurante del mundo mundial.

Después de este comercial gratuito que con mucho gusto hice 🙂  les platico, les cuento, les informo (como diría Adela Micha), que terminando de desayunar nos tocó levantar el campamento. Don Reymond y yo terminamos súper rápido y me puse a escribir un poco de poesía. Naaaaaaa se creaaaaaan jaja. Escribía para todos ustedes mis Triperos estas líneas y aproveché para tomar esta foto desde la que hoy fue mi oficina:

Y que empiezo a sentir ese nervio mariador cuando JC nos dice: “Chicas y chicos, prepárense para recibir indicaciones de Edgar referente al nado con el TIBURÓN BALLENA. ¡¡Ay, ama!! La neta no recuerdo la última vez que sentí esa clase de miedo-parálisis que pone la cara con la boca abierta pa´que se caiga la baba, y eso que según yo era “amante de las actividades extremas”. Simoooooooon jaja. Fue cuando me di cuenta que yo tengo de extremo lo que Trump de buen presidente, o sea naranjas.

Edgar, un verdadero crack y súper experto en nado con tiburones ballena, tiburones de los que comen personas (es broma pa que ni empiecen con: Ay pinshi Tacles mentiroso, hay más muertes en elevadores que las causadas por tiburones. Ya relájense), incluso con orcas, nos dijo lo siguiente:

“Chicos, ¿están listos para conocer al tiburón ballena?” Un silencio de 5 segundos acompañados por varias miradas entre todo el #CrewTripero fue la demostración de que nadie está listo para ese tipo de experiencias pero de todos modos hay que hacerlas. Todos contestamos después: Síííííííííííííí 🙂 .

Y empezaron las indicaciones:

“Lo más importante de todo es que por ningún motivo toquen al señor don Tiburón Ballena porque se los puede comer si lo hacen”.

Quisiera, mis queridos #TriperLectores, que se imaginaran la cara de todos nosotros, que se imaginaran mi cara. Yo ya me estaba bajando del barco mis Triperos. Edgar notó que todos nos sacamos de onda y dijo:

“Indicación 2: Los Tiburones Ballena NO COMEN CARNE. Son los peces más grandes del mundo y se les dice “tiburones” por la forma que tienen y “ballena” por el tamaño. No comen personas así que pueden estar tranquilos. Lo que sí puede hacer es golpearlos con la coleta y ahí sí quién sabe si la cuenten. Por eso mejor no los toquen”.

“Indicación 3: Por ningún motivo se separen de su guía. Grupo Uno va con Jorge y Grupo Dos (Lizzy, Marce, Moni, Pame, La Doctora y su servilleta) no se separen de mí”.

“Indicación 4: ¡Disfruten al máximo la experiencia!”.

 Terminando de escuchar las indicaciones, Edgar (neta qué tipazo) se acerca a mí y me pregunta: “¿Estás listo Tripero?” Y yo le contesté: “Así que tú digas listo, listo lo que se dice listo poss la neta no pero de que lo hago lo hago.

JC, Edgar y Jorge nos pidieron tomar nuestras cosas y treparnos a las lanchas que EspirituBaja.com nos tenían preparadas y navegamos hacia el Golfo de Cortés. Para ya no hacerla tanto de emoción, 40 minutos después el Capi de la lancha nos dice: “Chicos, ahí está el primero”. Nadie pudo distinguirlo pero casi de inmediato Edgar grita: “Acá, rápido. Acá está la aleta de uno”. ¡Y puuuuuuuuuuum! Sin pensarlo dije: “Ah, no te pases de lanza” porque según mis cálculos matemáticos, la aleta era como de mi tamaño. No es que yo sea muy alto pero poss sí mido mis 1.67 mts. eh jaja. Luego me di cuenta que estaba exagerando pero jamás había visto un animal tan enorme, neta.

Edgar nos dice: “Muchachos, ha llegado el momento de ir a conocerlo en debajo del agua. A ponerse las aletas, chaleco salvavidas quien lo necesite (yo lo pinches necesito), colóquense los goggles y el snorkel para nadar con el pecesote 🙂 ”.

Lizzy y yo nos empezamos a rajar pero uno a uno fueron aventándose a la inmensidad azul-verde del mar. Marce se lanzó y 3 segundos después sale y grita: “Ah su pinshi madre. Qué animalote”.

La neta jamás había sentido tantos nervios pero Lizzy me volteó a ver y me dijo: “Pues vamos ¿ok?. Y sin pensarlo me aventé junto con ella mis Triperos y traaaaaaaaaz. A ver, el nado con los lobos marinos fue una experiencia increíble, impresionante pero VER LA INMENSIDAD DEL TAMAÑO DEL TIBURÓN BALLENA Y PODER NADAR JUNTO A ÉL A ESCASOS 2 METROS O MENOS DE DISTANCIA es algo que no puedo explicar. La bendición que Dios nos regaló esta vez fue que no nadamos con sólo un tiburón ballena sino que eran 3 animalotes.

Sería mentirles si les platico que disfruté toda la experiencia porque los primeros 5 minutos sentí mucho, mucho miedo. Me quería salir porque me sentía inseguro pero fue ahí cuando me dije a mí mismo: “Mi mismo, tranqui papá. No sabes cuándo vuelvas a tener esta experiencia así que solo sigue instrucciones y disfruta lo más que puedas”. Eso hice y sin pensarlo estaba nadando con los peces más grandes del mundo y pronto me encontré en medio de dos tiburones de 10 metros de largo por 3 de ancho que nadaban a mi alrededor como diciendo: “Tranqui mi Tacles, eres bienvenido a nuestra casa”. Madre Santa con el miedo que sentí pero aun así le seguí hasta el final.

Les quise tomar algunas fotos con la GoPro pero la neta lo que quieres es no morir así que no pude sacar ninguna decente jaja (saqué éstas pero no son tan buenas eh)

A partir del momento en que nadaron junto a mí (o yo junto a ellos), aunque seguía sintiendo algo de miedo, comencé a disfrutar verdaderamente la convivencia con el PEZ MÁS GRANDE DEL MUNDO. Empecé a ver su tamaño, su piel, su forma, su boca que abría de vez en cuando para comer y lloré de la emoción. Ahí, en el mar con ese mega animalote como compañero, recibí una lección para mi vida: “A veces te va a dar miedo hacer algo que deseas pero si te animas a hacerlo al final siempre va a terminar bien”.

Y ya metiéndole un poco a la filosofada que ya saben que me gusta mis Triperos, les quiero compartir que nadar con estos poderosos, enormes, impresionantes y amables animales me hizo comprender lo pequeños que somos en comparación con otros animales y también que somos sus invitados y por eso debemos de cuidar su casa y tratar de no impactar negativamente en su hábitat. Todos somos partes del mismo mundo pero nosotros, la raza humana, supuestamente pensamos y tenemos la capacidad de elegir entre cuidar o destruir la naturaleza y ya le voy a parar porque no quiero sonar como hijo de Greenpeace o nuevo defensor de la Madre Tierra, solo trato de transmitirles mis pensamientos y sentimientos al nadar con estos súper animales.

Después de poco más de 1 hora de nadar con Tiburonsín, Tiburonsón y Tiburonsote, mis nuevos #TriperCompas, regresamos a las oficinas de EspirituBaja.com y Edgar nos felicitó a todos por el comportamiento que tuvimos y nos comentó que hemos sido de los grupos más divertidos y más chidos que ha tenido. Edgar es un chavo tan humilde que me transmitió, tal vez sin que él se diera cuenta, otra enseñanza de vida que mi padre me decía casi cada día: “Toda gran experiencia comienza con poner el corazón humilde”.

Yo no sé si algún día vuelva a nadar con tiburones o no. Lo que sí sé y lo que aprendí es que la humildad te abre oportunidades para vivir experiencias que nunca imaginaste vivir, para conocer personas que nunca pensaste conocer y que van a marcar tu vida para siempre.

Les mando un mega abrazote mis Triperos y compartan este artículo si les gustó y déjenme en los comentarios lo que opinan y si alguno de ustedes ha vivido esta experiencia o alguna otra que nos quiera compartir.

Los quiero a tochos morochos 🙂 .